QUÉ ES UN LOGOPEDA Y CUÁNDO ACUDIR.

En general al hablar de qué es un logopeda, la gente lo asocia a ‘’el que enseña a pronunciar la /rr/ a los niños’’, pero en realidad el campo de trabajo de un logopeda es mucho más amplio. Sí, el logopeda enseña a pronunciar la /rr/, la /s/, pero también todas las otras letras en las que se tengan dificultades, es decir, el logopeda realiza la intervención en casos de dislalias, pero además realiza la intervención y evaluación de otras dificultades o patologías.

Además al hablar de logopedia siempre se tiende a pensar que es un profesional enfocado al trabajo con niños pero el logopeda trabaja tanto con niños, como con adultos y tercera edad, por lo que el trabajo abarca gran cantidad de patologías y dificultades, tanto del desarrollo como sobrevenidas.


¿Qué es un logopeda?

Es la profesión que tiene como objetivo prevenir, detectar, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la comunicación, el lenguaje, voz, habla, deglución, audición y adaptación (o readaptación).

¿Cuándo acudir a un logopeda?

En todos los casos hay dos respuestas posibles, se puede acudir de forma preventiva o cuando ya hay un diagnóstico, por ejemplo, hablamos de tratamientos preventivos en los casos de rehabilitación de la voz en los que no haya un daño orgánico, pero si puede haber un mal uso o abuso vocal, que puede provocar disfonía y causar lesiones, sobre todo en personas que requieren un uso prolongado de la voz (profesores, actores, etc). Otro ejemplo es en el caso de los malos hábitos orales, como puede ser la deglución atípica o dislalias funcionales, si se acude tempranamente, no causa maloclusiones dentales y es más sencillo corregir el patrón inadecuado. El último ejemplo de acudir de manera preventiva puede ser cuando una persona está empezando a tener problemas de memoria o atencionales, pero todavía no se han producido manifestaciones significativas de deterioro, se trabajará para ‘’frenar’’ el deterioro de las funciones ejecutivas, mejorando así la calidad de vida del paciente. También se debe acudir al logopeda cuando ya hay una problemática o patología, por ejemplo tras haber sufrido un Ictus y la persona tiene problemas para comunicarse o comer. Otro ejemplo puede ser cuando un niño presenta dificultades en el aprendizaje, ya sea del lenguaje oral (retraso del lenguaje), o del lenguaje escrito (dislexia). También se debe acudir a un logopeda cuando hay un diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa o una demencia, en el que se abordará tanto el deterioro físico como cognitivo si fuera necesario. 

A modo de resumen:

  • Atención Temprana (niños de 0 a 6 años) y edad infantil: deben acudir a un logopeda cuando hay un retraso en el desarrollo (mi hijo no habla), dislalias (distorsión de una o varias letras, no se le entiende bien), disfemia (tartamudeo), síndrome genético (síndrome de down, síndrome de rett), Parálisis Cerebral Infantil, dificultades alimentarias, dificultades de aprendizaje, deficiencias auditivas, etc.
  • Edad adulta y tercera edad: deben ir a un logopeda cuando presentan disfonías (pérdida total o parcial de la voz, mala técnica vocal), daño neurológico (ictus, demencias, traumatismos cráneo-encefálicos) dificultades de habla o de voz secundarias a un tumor, enfermedades neurodegenerativas, pérdida de audición, etc.


Anteriormente, se han puesto algunos ejemplos de por qué ir a un logopeda, pero podemos decir que cualquier persona que presenta factores de riesgo para padecer trastornos del lenguaje, la comunicación, el habla, la voz, la deglución y la audición, o ya tiene dichas dificultades, debe acudir a un logopeda.

Como se puede ver, el campo de trabajo de un logopeda es muy amplio, y requiere de una formación universitaria específica (Grado en Logopedia). Los logopedas somos profesionales sanitarios y ejercemos nuestra profesión desde esta base, aunque podemos estar integrados en otros ámbitos y trabajar en equipos multidisciplinares (social, educativo como personal no docente, asistencial, etc).

La logopedia por tanto, se encarga de mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de diferentes técnicas de rehabilitación que mejoran las funciones comunicativas, orofaciales (voz, habla, deglución y respiración), la audición y la adaptación social, por lo que si tú o algún conocido tiene dichas dificultades, no dudéis en consultar a un logopeda cualificado.

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